miércoles, 18 de marzo de 2009

Llegada a la entrada al templo

En esta última parte del viaje el trayecto se complica cada vez más. Al pony de carga que llevais le cuesta ascender por la pedregosa ladera de la montaña, y en una ocasión está a punto de caer por el terraplén arrastrando a Jorek con el animal, pero entre todos lograis que no se produzca la catastrofe.

Os internais por un estrecho desfiladero que asemeja una grieta en la montaña. Aunque vais pisando por los cascotes que han ido cayendo durante siglos desde las alturas del desfiladero, descubrís debajo los restos de una calzada de piedra muy antigua. Posiblemente los restos de una calzada enana.

El desfiladero se abre a un valle pequeño y rodeado de abruptas paredes. La vegetación se ha enseñoreado de la zona, aunque Bergen os señala marcas en el suelo de caballos, que estima de hace un mes como poco.

En un rincón del pequeño valle se encuentra la entrada al templo, prácticamente oculta por la vegetación que ha crecido cerca. Se ve fácilmente que parte de la vegetación ha sido quitada para descubrir la entrada y que enfrente de la entrada se montó un campamento.

La entrada del templo, parcialmente derruido, representa la cabeza con un casco de un guerrero enano, aunque los detalles o han sido destruidos por el paso del tiempo o están ocultos por las ramas de un arbol que ha crecido cerca. La puerta de piedra, que está movida a un lado, está situada en lo que sería la boca de la cabeza, subiendo unos desaparecidos escalones de piedra.

Los restos del campamento parecen abandonados hace tiempo y de manera apresurada. Aparte de los restos de una hoguera, multitud de pisadas y algún desperdicio inservible, no queda nada de valor ni de interés.

Bergen se arrodilla para revisar el suelo y las pisadas, y tras unos instantes inspeccionando las marcas, mostrando cierta preocupación comenta "Hombres-rata. No sabía que había hombres-rata en las montañas tan cerca de Drebkau.".

5 comentarios:

  1. Aprovechamos el espacio del anterior campamento para montar el nuestro, limpiando un poco los desperdicios y mirando de soslayo si encontramos algo que nos pueda servir (a ver si por casualidad nos encontramos con el mapa del templo, medio inservible y ajado por el tiempo y la intemperie... pero menos es nada..) y descansamos del duro viaje. Hablaremos durante la frugal cena de como vamos a internarnos. Propongo echar un vistazo a la entrada antes de internarnos para hacernos una idea de como vamos a ir, si en fila de a dos o por el contrario es estrecho y tenemos que ir de uno en uno. Por otra parte está la historia de los hombres-rata, el guía parece sorprendido al ver las pisadas, por lo que intento conversar con él todo lo que se deje a ver si saco algo de información de valor, algún punto débil que no conozcamos de los Skavens o algo por el estilo.

    Por cierto, Varak, hijo mío, aún no me has felicitado por el día del Padre.

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  2. Mientras limpiais y preparais el nuevo campamento, Garlik encuentra una vieja cacerola y un cucharón, sucios pero en buen estado si le dais una buena limpieza, pero nada más de interés.

    Parece que los restos del campamento fueron registrados y se llevaron cualquier cosa de valor. Y no, no encontrais ningún plano del templo "medio inservible y ajado por el tiempo y la intemperie", lo siento.

    La entrada es estrecha debido a que la piedra circular que hace de puerta está parcialmente corrida. Se pueden ver con claridad las marcas que hicieron con palancas para poder moverla hasta su posición actual.

    Dentro, una vez os asomais, un pasadizo amplio de unos tres metros de ancho desciende hacia el interior de la tierra en una pendiente de unos 30º, según apreciais con vuestro conocimiento de Minería.

    No se ve el final del pasadizo, ni se aprecian sonidos desde el interior, ni tampoco notais ninguna fuerte brisa en la entrada que os sugiera otra salida en el templo.

    En el suelo, entre el polvo acumulado durante siglos, es fácil distinguir multitud de pisadas de todo tipo, tanto entrando como saliendo.

    Mientras montais el campamento, Goakh se refiere al comentario del guía sobre los skaven, a lo que Bergen responde "He oido historias de los que llaman skaven, y he visto sus huellas, pero nunca me he encontrado cara a cara con alguna de esas asquerosas criaturas. Y por supuesto, nunca tan cerca de Drebkau. Si os vais a internar en esa tumba, lo único que os puedo recomendar es que os encomendeis al dios que adoreis..."

    Tras un segundo en silencio, cambia la entonación y suelta "Por cierto, como no sé si saldreis con vida de ahí dentro, ¿no podríais adelantarme mis honorarios para asegurarme de cobrar?. No sería justo llevaros hasta aquí sin cobrar. Por supuesto, yo soy un hombre de palabra con una reputación que mantener, y os escoltaré de vuelta... a los que sobrevivais, claro."

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  3. Varak se le queda mirando fijamente a Bergen, "Tienes más huevos de los que pensaba, pedirnos el dinero ahora como adelanto insinuando que ninguno de nosotros volverá con vida, no te preocupes por tus honorarios, se te pagarán cuando termine el trabajo, y para más seguridad se quedará Garlik contigo en el campamento cuidando del poni, espero que no se te ocurra jugarnosla y abandonarnos aqui, porque entonces la única recompensa que recibirás será mi hacha clavada en tu cabeza, entendido".

    Sin más me giro y continuo con la preparación del campaamento, no sin notar la mirada de reproche de mi padre por ser como diría el "poco diplomático".

    Les comento a mis compañeros que sería bueno montar el campamento a cierta distancia de la entrada al tunel, aunque teniendolo siempre controlado, por si sale o entra algo.

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  4. Goakh observa cómo la cara de Bergen Schultz se petrifica al escuchar las palabras de Varak, en una máscara de sorpresa e indignación, y se queda inmóvil con la vista fija hacia donde miraba mientras Varak se aleja y va dando órdenes a Jorek y Garlik.

    Unos largos segundos después, la cara le cambia en una enigmática sonrisa y se dirige a sentarse a un rincón a observar cómo montais el campamento, sin mover un dedo para echaros una mano y sin que desaparezca su sonrisa, y jugueteando con su puñal y un pedazo de madera mientras talla con cierta habilidad alguna figura como pasatiempo.

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  5. Observo la escena con una mezcla de orgullo e intranquilidad, porque mi hijo ha dicho seguramente lo que había que decir, pero pienso que, efectivamente, habría que haber sido más diplomático, no nos conviene que el único que nos puede sacar de estos montes con cierta seguridad se nos ponga en contra. En estos términos me dirijo a Varak en Khazalid sin esperar que me escuche demasiado, dejando bien claro que apoyo su decisión, pero intentando sacar de él la promesa de que hablará con el Guía para conciliar un poco las posturas antes de adentrarnos en el Templo. Mientras tanto no quito ojo de nuestro agraviado guía para evitar que en un acto de "Valentía" intente cobrarse su dinero antes de tiempo. Por supuesto le digo a Garlik que tenga cuidado con Bergen en cuanto bajemos a hacer espeleología enana. Si las cosas se ponen feas con él, Garlik no tiene la experiencia necesaria para hacerle frente y no me gustaría perder el Poney para el camino de vuelta. Quizás deberíamos dejar a alguien más de guardia. ¿Que piensas hijo?

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