viernes, 15 de marzo de 2013

Los Lobos de Castrove (III)


De la triste vuelta a Castrove
      El triste grupo vuelve a Castrove, ya con la noche encima, iluminando su camino por un par de antorchas.
La gente del pueblo sale de sus casas y se arremolina alrededor del grupo, llorando la muerte de la pequeña Estrela. Valeria, alertada por los llantos y quejidos,  acude rápidamente a atender a Aleixo, que está empapado en sangre.
Le levanta la camisa y tras una rápida ojeada dice "Se salvará, pero necesita cuidados. Llevadlo a su casa y allí haréle unos remedios.". Unos vecinos suyos le llevan al pueblo, mientras entre la gente empieza a repetirse, con un eco espantado, la misma palabra "¡Lobisome!".
Cloio, el molinero, reune un grupo y decide dar parte a Obdulio, el señor de Castrove, con las antorchas en la mano. Obdulio vive en una casona de piedra en la parte alta de la aldea. En parte por curiosidad, Rafael de Cortés y Jean Le Noir suben con el grupo, mientras Valeria y Pere Casedemont están en la casucha de Aleixo, dándole las curas necesarias. En todo esto, Xurxo ha desaparecido entre la gente.
Obdulio es un hombre de mediana edad, vestido con una camisa clara con algún lamparón mal disimulado y  un pantalón de lino bien cuidado pero no precisamente nuevo, recibe al apesadumbrado grupo con gesto adusto. Se le ve en forma, y se mesa su brillante barba negra mientras escucha a los aldeanos.
Cloio, el molinero,  se erige como portavoz del grupo pidiendo que se ponga remedio.
- "Así pues, hay lobos en el bosque... “-  dice el señor con cierto rasgo de satisfacción, perdiendo su mirada en los bosques.
- "En efecto, mi señor" - dice Cloio - "Ya ha muerto una niña, y al haber probado la carne humana, vendrá a por más. Hay que matarlo..."
El señor feudal frunce el ceño.
- "¿Me estás recordando mis obligaciones, siervo?"
- "¡No, no, mi señor! Solamente le informo de lo que no sabe, para que obre como Dios y su corazón le dicten..."
- "Bien, os concederé la gracia de una cacería. Que mañana al amanecer todo el pueblo se prepare para batir el bosque, que yo acudiré con mis perros y escuderos a dar caza a ese lobo comeniñas. Preparad forraje para los caballos y carne para mis perros y mis hombres. ¡Y que no sea una mula muerta, como la última vez!"
La gente comienza a retirarse, sin embargo, Obdulio añade "Y, por Dios, que si estos extranjeros nos quieren ayudar, bien nos vendrán."

De vuelta en la posada, Pere, Rafael, Valeria y Jean comentan nerviosos los acontecimientos de la tarde. – “Bien Pere, tú lo vistes tan bien como yo, y lo que vimos no era un simple lobo” – Dice Jean entre susurros, - “Era algo mucho peor, esa criatura era mitad lobo y mitad hombre. Por lo que he oído, la gente del pueblo también lo ha nombrado como Lobisome” – Continúa jean, - “No creo que matarlo sea tarea sencilla, confío en que mañana no nos encontremos con el ser, he oído historias confusas, leyendas sobre ellos, y parecen ser criaturas de gran poder, quizá dañarles pueda el fuego, algunas historias hablan de usar plata, pero no sé a ciencia cierta que es verdad o que no.”  – Tras una pausa, que coincidió con la cercanía de algún huésped no deseado, continuó. –“Bien, subamos pues a los aposentos y contadme lo que hayáis oído sobre este ser, cualquier historia o relato nos servirá para estar más preparados ante lo extraño. Quizás entre la ficción encontremos la manera de acabar con él.”

2 comentarios:

  1. Me siento como un escritor de folletines jejejeje... A ver cuando puedo publicar lo que sigue. Por cierto como comento desde el movil no sale mi usuario pero soy Roll...

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